OVOVAL Bioproductos a partir de la valorización de subproductos de la industria primaria productora de huevos y su aplicación en sectores estratégicos de la Comunidad Valenciana (INNEST/2022/347)
Se estima que la Comunidad Valenciana cuenta con 80 granjas de gallinas ponedoras y genera alrededor de 2300 toneladas al año de huevos rotos, un biorresiduo de difícil gestión. En la actualidad, este residuo es gestionado por un gestor autorizado, suponiendo dicha gestión un elevado coste económico para las empresas productoras, además del impacto ambiental que conlleva.
En este sentido, INESCOP, en colaboración con La Asociación Avícola Valenciana (ASAV), la Unió Llauradora i Ramadera, y el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC-AICE), y gracias a la financiación de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI), investiga una solución integral a los huevos rotos, convirtiendo así un residuo avícola en diferentes bioproductos de aplicación en los sectores agroalimentarios, cerámico y calzado.
Según el informe “El sector de la avicultura en cifras”, publicado en julio de 2022 por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la Comunitat Valenciana es la cuarta comunidad autónoma productora de huevos con un 9,8% de la producción (110.817 miles de docenas). Según el mismo informe, en 2021, en la Comunitat Valenciana se encontraba el 5,27,9 % del total de instalaciones de gallinas ponedoras a nivel nacional, con 77 granjas, siendo los huevos rotos uno de los principales subproductos que estas generan. De hecho, se estima que, al año, la Comunitat Valenciana genera alrededor de 2300 toneladas de este subproducto, el cual debe ser gestionado adecuadamente según la normativa vigente. Aunque en ocasiones, los huevos rotos se utilizan como compost o abono, lo habitual es que se entreguen a un gestor autorizado, con el elevado coste económico que esto supone, ya que el coste de gestión de estos subproductos animales de categoría SANDANCH 3 (los declarados aptos para el consumo humano tras una inspección sanitaria), en la Comunitat Valenciana, oscila entre 60 y 150 € la tonelada, dependiendo de la localización de la granja y del volumen generado.
Para aportar soluciones a este reto, INESCOP, en el marco del proyecto OVOVAL, investiga cómo transformar los residuos que constituyen los huevos de gallina que se rompen en los centros de embalaje y su conversión en recursos renovables de aplicación en los sectores agroalimentarios, cerámico y de calzado de la Comunitat Valenciana.
EQUIPO DE INVESTIGACIÓN
El consorcio del proyecto OVOVAL lo constituyen dos centros tecnológicos, el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC), con amplia experiencia en la valorización de carbonato de calcio obtenido a partir de residuos de la industria primaria productora de huevos y su aplicación en la industria cerámica, así como el Centro Tecnológico del Calzado (INESCOP), con demostrada experiencia en la valorización de proteínas obtenidas a partir de subproductos animales para la obtención de biopolimeros y bioestimulantes. También dos organizaciones profesionales, la Asociación Avícola Valenciana (ASAV), la cual genera el bioresiduo, y La Unió Llauradora i Ramadera, en representación del sector agrario, principal beneficiario y usuario de los productos generados, en concreto bioestimulantes proteicos.
RESULTADOS ESPERADOS Y CONTRIBUCIÓN A LOS ODS
Se prevé que los resultados del proyecto OVOVAL contribuyan a mejorar la competitividad de las empresas ovoproductoras valencianas a través de un nuevo modelo de simbiosis industrial con otros sectores valencianos de gran relevancia económica como son los sectores agroalimentario, cerámico y del calzado. Además, los recursos renovables generados contribuirán al desarrollo de nuevos productos sostenibles en los sectores del calzado y la cerámica, permitiendo a las empresas valenciana avanzar hacia la descarbonización de los sectores industriales, tal y como establece el Gobierno de España en su Hoja de Ruta para la neutralidad climática y la Unión Europea para 2050.
RESULTADOS OBTENIDOS
- Tecnología de separación de huevos rotos.
Se ha desarrollado una tecnología avanzada para separar los huevos rotos de gallinas ponedoras en tres fracciones: una inorgánica, que es bicarbonato de calcio, y dos orgánicas, el huevo líquido y la membrana, ambas compuestas por proteínas. - Biomateriales poliméricos sostenibles.
Se han formulado biomateriales poliméricos sustituyendo el carbonato de calcio por cáscara de huevo micronizado, logrando así reducir el impacto ambiental y mejorar las propiedades mecánicas del material. - Fritas cerámicas sostenibles.
Se han formulado fritas cerámicas sustituyendo el carbonato de calcio micronizado por cáscara de huevo micronizada de mayor tamaño, lo que reduce el impacto ambiental y permite evitar el proceso habitual de micronización sin afectar las propiedades del material. - Transformación de la fracción orgánica del huevo.
Se ha implementado una tecnología que transforma la fracción orgánica del huevo en hidrolizados proteicos de alto valor, utilizables como agentes recurtientes en la industria del cuero y como bioestimulantes en agricultura. - Pieles más biodegradables y mejoradas.
Las pieles recurtidas con el agente recurtiente proteico desarrollado en este proyecto son más biodegradables, tienen un menor impacto ambiental y ofrecen mejores propiedades mecánicas en comparación con los métodos tradicionales. - Bioestimulantes innovadores.
Se han obtenido bioestimulantes innovadores a partir de la fracción proteica del huevo, validados en entornos controlados y superando a algunos bioestimulantes comerciales en efectividad.
PERIODO DE EJECUCIÓN DEL PROYECTO
Fecha de inicio: 01/09/2022
Fecha de fin: 30/09/2024
Referencia: (INNEST/2022/347)
Financiación: 179.795,08 €
Socios del proyecto:
Financiado por:
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